Arriba las manos
Pr. Fabián Ojeda
Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
Hebreos 12:12
Las manos nos sirven para trabajar, servir, y adorar a Dios…, pero a veces están caídas, y Dios quiere que levantes tus manos porque quiere usarte.
Dice la palabra de Dios en Éxodo 18 que el pueblo de Israel acababa de salir de Egipto, eran apenas meses que salieron de allí, con muchas riquezas en sus manos, zaquearon Egipto, estaban en el desierto, y llegaron a Refidim, un lugar donde no había agua, y se quejaban mucho…fue un trato de Dios, en el que deseaba que ellos clamaran a Él y lo único que hacían era quejarse a Moisés.
Y, a veces eso es lo que Dios espera de nosotros, que cuando estemos en necesidad vayamos a él.
Leemos en la Palabra lo siguiente:
Acuérdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto; de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo ningún temor de Dios.
Por tanto, cuando Jehová tu Dios te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides. Deuteronomio 25:17-19
Amalec: (tiene que ver con carne, con las cosas que nos ofrece el mundo, un levantamiento en contra de todo el propósito de Dios).
Cuando los israelitas salieron de Egipto, Amalec los atacó cobardemente y cuenta la palabra en Exodo 17:8-9 que: Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano.
Es decir, que cuando los amalecitas empezaron a atacarles, lo primero que Dios le dice a Moisés es que escoja varones de guerra para salir a pelear.
Y, para pelear contra el pecado debes entender que fuiste escogido por Dios, por eso Él te apartó para que pelees contra el pecado, y no dejarte vencer por él. Dios te escogió, para hacerle frente, esa es la diferencia entre practicar el pecado y pecar, porque todos podemos pecar, pero el que se levanta y sigue peleando contra el pecado y pide ayuda es aquel que Dios va a llevar lejos.
E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Exodo 17:10-11
Hay que ir al lugar alto, hay que subir al monte. No vas a vencer al pecado ni al enemigo que se levante en contra de lo que Dios tiene para tu vida si no subís al monte. Necesitamos entender que de allí viene la victoria, porque cuando Moisés levantaba su mano, ganaba Josué y cuando bajaba la mano ganaba Amelec.
Cuando vos bajas tus manos, tu oración, tu adoración o tu intensidad con el Señor, el enemigo toma ventaja ¡No lo permitas, No bajes la guardia!
Moisés levantaba en su mano la vara, y esa vara simbolizaba la palabra de Dios, sus promesas, la fe. Cuando todo esto está bien alto en tu vida, el enemigo comienza a perder.
Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Exodo 17:12
Algo interesante a notar es que Moisés no iba solo, fue con Aarón (maestro, iluminado) y Hur (fiel, noble). Que importante es rodearnos de gente que nos va a ayudar en nuestra vida espiritual, porque solos no podemos. ¡No estás solo!
Necesitamos de gente madura en la palabra, gente que brille la gloria de Dios, que tenga un testimonio que podamos imitar. Amigos que no tengan doble intención, y es que, rodearnos bien es nuestra responsabilidad.
Hay momentos en que nuestra fe quiere caer, y la palabra dice también que no nos hagamos perezosos en la fe, y la fe desgasta. Cuando Moisés se cansaba Aaron y Hur tomaron una piedra para que él se siente y descanse. Tus amigos te van a recordar siempre quien es la roca. Moisés podía descansar sobre esa roca. La roca es Cristo.
La batalla espiritual es real, pero también podemos encontrar ese descanso en Dios y en aquellas personas que nos ayudan en el camino. ¡Nos necesitamos los unos a los otros!
Que hasta el final de tus días puedas seguir firme y tus manos estén siempre arriba.