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ALELUYA

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EQUILIBRIO PERFECTO

Pr. Fabián Ojeda

¿Qué es más importante? ¿La parte técnica o lo espiritual?  Siempre hay como una especie de pulseada entre lo técnico y lo espiritual… Y hay algo que es muy importante tenerlo como base, y es que, nosotros debemos ser personas absolutamente equilibradas.

Es fundamental que la unción esté sobre nuestras vidas. El espíritu santo que nos da el poder y la capacidad de hacer lo que hacemos, el preparar nuestros dones y talentos es fundamental, para que Dios pueda llevarnos a donde él nos quiere llevar, y lo tercero es el carácter, que tiene que ver con la madurez en tu caminar con Dios, que va a permitir que él te lleve y te mantenga en lugares altos, porque el carácter puede hacer que nos tropecemos y nos mantengamos fluctuantes.

La unción es poder de Dios, el aceite, la capacitación que nos da Dios para una obra específica, tiene que ver con el espíritu santo.

pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8 

Necesitamos el poder del Espíritu Santo,  para ser usados por Dios en lo que nos llamó, y tu vida debe ser un testimonio de lo que él es, él se manifiesta a través de nosotros, y vas a ser testigo a través de esa unción que está en tu vida, no solamente en la iglesia, sino que en tu barrio, ciudad… y hasta lo último de la tierra. Pero para eso, necesitamos “unción”.

Jesús estuvo sirviendo seguramente a Dios durante 30 años en su casa, a su mamá, trabajando, no hizo  ni un milagro. Pero cuando él fue bautizado, se abrió el cielo en forma de paloma vino el espíritu santo y vino sobre él, de ahí fue al desierto y comenzó su ministerio. Sin la unción del Espíritu Santo, no vas a ir a ningún lado, no va a comenzar lo que Dios tiene para tu vida.

 

¡Tenés que ser lleno del Espíritu Santo!

Pedro era una persona “koygua” (tímido), no tenía facilidad de palabras, muy temperamental, pero cuando el espíritu santo le llenó en el pentecostés, salió a predicar y se convirtieron tres mil personas.  La gente se preguntaba qué lo hizo cambiar tanto, y era porque la unción del Espíritu Santo vino a su vida.

Cuando ministramos bajo la unción de Espíritu Santo ocurren las cosas. Cantás y comienzan a ocurrir milagros, sanidades y prodigios. Y puede también que cantes súper lindo, pero si no está la unción de Dios sobre tu vida, no hay transformación, no cambia vidas.

La música que trasciende tiene que ver con un pacto con Dios, y él te llamó a vivir bajo esa unción, y sin ella podés ser el músico más increíble del mundo, pero… ¿Hasta dónde vas a llegar? ¿A tocar en los mejores bares, quizás?, pero cuando haces un pacto con Dios no hay límites de donde él pueda llevarte, porque él sabe que tu talento está consagrado para el Señor.

Y esa unción hace lo que dice en Isaías 10:27:  Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.

 Quiero decirte, que cuando ministrás bajo la unción del espíritu santo, la carga que la gente trae se cae, y que el yugo que satanás tenía sobre esa persona se pudre, porque no puede aguantar la unción que hay sobre tu vida.

Pactá con Dios y sé lleno de la unción. Vos sos una lámpara preciosa de oro y el aceite es el Espíritu Santo, que tiene que estar dentro tuyo, y ese aceite, esa llama, debe estar encendida siempre.

Es por eso, que el apóstol le dice a Timoteo “aviva el fuego”, no es la responsabilidad de Dios, es nuestra responsabilidad que esta llama esté encendida.

Dice Santiago, que la lengua es algo peligrosísimo que puede incendiar toda la creación, entonces la lengua es un encendedor que puede encender lo bueno. Y si estamos llenos del aceite de Dios, buscando su presencia, adorándole, estando en el lugar santo, nos llenamos de aceite.

Cuando abrís tu boca y le adoras a Dios en lenguas, como lo fueron aquellas lenguas de fuego que aparecieron en Pentecostés, estás prendiendo la chispa y encendiendo el aceite que está dentro tuyo.

Sé equilibrado con lo que Dios te dio

Tenemos que ser equilibrados, y es fundamental que tengamos una técnica bien pulida. David sabía tocar muy bien su instrumento y capaz  pasó varios años cuidando sus ovejas, pero también practicando.  Lo que tenemos que entender es que nuestro talento nos va a introducir a nuestro propósito, pero nuestro talento nos va a abrir puertas grandes.

Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová está con él. 1 Samuel 16

Que importante que seas tan excelente en tu trabajo, en lo que hacés,  que llames la atención de otros. No porque vos hables de vos, sino porque sos excelente en lo que haces. Uno no necesita auto-promocionarse cuando es excelente en lo que hace porque eso se ve.

Lo primero que vieron en David fue que sabía tocar, luego que era  valiente, vigoroso, prudente… y  Dios estaba con él. Este era el equilibrio que tenía David, que Dios estaba con él.

No podés estar pulseando sobre cuál es más importante, la técnica o la unción, ambos tienen que ser parte tuya. A una persona que es súper técnica, pero que no busca ser lleno del aceite, le pasa lo mismo que le pasa al motor de un auto que le falta aceite. Se destruye el motor.

Si estás sin ese aceite, vas a terminar lastimándote, rompiéndote, decepcionándote, vas a servir sin gozo, sin alegría. Y obviamente esas puertas que Dios abre como leíamos en Hechos 1:8 no va a poder pasar, porque Dios no puede poner su aceite.  ¿Para qué  Dios va a levantar a alguien que va a cantar delante de todas las naciones si no va a causar ningún efecto en los corazones? Es la unción la que desata el poder no el “toque”.

Quiero animarte a que te metas con Dios, pero también,  que busques ser excelente en lo que hacés. El talento te va a abrir la puerta para estar delante de ese escenario, porque dice la palabra que Dios busca instrumentos consagrados, pero útiles. ¿Alguien que no lo hace bien cómo va a ser útil?

El mérito no es el merecimiento, sino es el reconocimiento. Nunca reclames una posición por mérito, solamente el talento es el que dirá: “esta persona está lista para una posición” porque si buscás mérito propio, estás mendigando una posición.

Deja que Dios te abra camino y sé excelente para que cuando se necesite un vaso útil vos seas el único que esté apto para hacerlo. Mendigar también es cuando no damos a la talla todavía y estamos esperando que se reconozca nuestro mérito.

El talento te hace apto para tocar delante de rey, la unción hará que cuando estés en ese lugar se desaten milagros, pero lo que te va a mantener en esa posición es el carácter.

Y el carácter son los frutos del espíritu en vos, todo eso se debe ver en tu vida, para que permanezcas.

Con tu talento podés llegar alto un rato, pero si no tenés el carácter no te quedas. El carácter te mantendrá en el lugar,  y este se desarrolla exponiéndote a la palabra de Dios y aprendiendo de las pruebas.

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Santiago 1:2-4