Expertos en la palabra II
La Palabra de Dios es el alimento necesario para el que nace de nuevo, así como la leche materna lo es para un bebé.
En Hebreos 5:11 encontramos: “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
En la Palabra de Dios encontramos misterios tan increíbles y sabrosos para nosotros, pero a veces no estamos listos para recibir todo aquello con lo que Él nos quiere alimentar o tiene preparado para nuestra vida, y nos solemos quedar solo con la “leche que es para bebés”, y la leche según la Palabra se refiere a los rudimentos de la fe y algunos todavía necesitan profundizar sobre esos rudimentos…
“Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios”, Hebreos 6:1
La perfección, según esta Palabra, habla acerca de la madurez y tenemos que dejar de ser niños y pasar a ser maduros en la fe. El que está grande, el que ya ha crecido en la fe, ya no se picha, ni se desanima sin motivos, pasa dificultades y momentos difíciles, pero está firme, ya que sus fundamentos están sólidos en la Palabra de Dios.
Por otro lado, es muy importante que aprendas a ser una persona que se arrepiente y está a cuentas con Dios todos los días, saber que todo lo que hacemos lo hacemos por fe, como lo es bautizarnos en aguas y en el Espíritu santo, la imposición de manos, entre otros, son cosas básicas.
Aprender a deleitarnos en la Palabra es maravilloso, y debemos aprender a recibir de ella. Leer la Biblia no puede significar un castigo o una imposición en tu vida, debe representar un deleite para vos.
Cuando comenzamos a comer de ese alimento sólido del que habla la Palabra, comenzamos a despertarnos en ella.
No sé cuánto tiempo lleves sirviendo a Dios, o en el ministerio, pero quiero animarte a que dejes de ser un niño inexperto en la Palabra de Dios.
Que comiences a amar los sabores de la Palabra, y que comiences a desarrollar tu estómago para recibir las cosas que Dios tiene para vos.
“pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal “Hebreos 5:14
La madurez en la Palabra de Dios, es lo que hace que puedas vivir la Palabra, ejercitarte y usarla. No se vuelve algo teórico, se vuelve algo práctico. Tiene que ser activada diariamente en tu vida, las promesas de Dios, que ocurran milagros y consuelo, siembra que tiene cosecha, que puedas verla en tu día a día siendo práctica.
Quiero animarte a llevar una vida madura, que crezcas en la Palabra de Dios, que te vuelvas un experto en ella y no más un ignorante, esto traerá a tu vida un nuevo nivel de revelación de madurez, ayudándote a entender tu propósito cada día.
Activala en tu vida, volvé a ella y desarollá un estómago espiritual que te permita recibir misterios ocultos que Dios reservó únicamente para tu vida.
Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite. Hebreos 6:3