SUBAMOS AL MONTE
Pr. Fabián Ojeda
Cuando levantamos nuestras manos en la presencia de Dios vemos a nuestros enemigos derrotados, pero también, sabemos que nos cansamos y que nuestras manos quieren caerse a veces, a todos nos pasó o puede que nos pase, y el hecho de tenernos los unos a los otros, y tener a alguien que nos levante las manos, es muy importante. Eso nos ayuda a mantenernos encendidos como carbones, y necesitamos estar juntos para que esa brasa se encienda.
Si el desánimo ha entrado a tu vida, ¡fuerza! Sacá todo peso y seguí firme aún en tiempo difíciles.
Dios te espera cada día para que puedas estar en su presencia, dice la Palabra de Dios en Éxodo 19:
En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí.
2 Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.
3 Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Existen varias cosas que podemos extraer de esta palabra:
Siempre necesitamos reconocer que fue Dios quien nos amó primero, si vos y yo hoy estamos en sus caminos es porque él nos sacó de “Egipto”, nos sacó del mundo, el Señor fue, con sus manos poderosas, con cuerdas de amor nos trajo.
El águila representa un ave poderosísima, que vuela a grandes alturas y así Dios nos rescata y nos lleva hacia él. ¡Nos hizo la emboscada para servirle!
Ese es el corazón de Dios, atraernos hacia el porque su deseo y anhelo es estar con nosotros.
Dar oídos a su voz es poner toda tu atención en su palabra. Dios ama cuando le damos nuestra atención, y una cosa es escuchar atentamente la palabra, y otra es atesorarla en el corazón, para que cuando llegue el momento, esa palabra cause su efecto. Las escrituras hablan sobre “oidores olvidadizos”, que escuchan la palabra y no la hacen, pero yo te exhorto a llevar a la práctica la palabra de Dios y que sea activa.
Cuando la guardamos para ponerla en práctica, somos el especial tesoro de Dios, muchos son los llamados, pero los que guardan y atesoran su palabra son especiales para él.
Dios quería que todo el pueblo de Israel sea un reino de sacerdotes, ese era su corazón y esta palabra al final se cumple en la vida de cada uno de nosotros.
En 1 Pedro 9 dice: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Aquellos que aceptamos a Cristo en nuestro corazón y que oímos y atesoramos la palabra, no somos perfectos, pero no estamos bajo la ley, Jesús es perfecto y mediante Cristo podemos estar todos los días a cuantas con Dios, y bajo esa gracia podemos entrar en ese linaje escogido.
Ese original de Dios para el pueblo de Israel a través de esta parte de las escrituras hoy se cumple para vos y para mí.
y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. Apocalipsis 1:6
El Señor en Cristo Jesús te hizo rey y sacerdote para Dios, sos alguien que le ministra a Dios.
Salmos 24
1 De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan.
2 Porque él la fundó sobre los mares,
Y la afirmó sobre los ríos.
3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
4 El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño.
5 El recibirá bendición de Jehová,
Y justicia del Dios de salvación.
6 Tal es la generación de los que le buscan,
De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah
¿Quién va a subir al monte del Señor?, ¿quién estará en su santo templo? Aquellos que limpian sus manos, sus acciones, todo que hacen. Todo lo que hagas debe ser del agrado de Dios. Jugate por Dios con manos limpias, con un corazón limpio y sin doble ánimo, el Señor está buscando eso.
Vas a recibir bendición de Jehová, justicia de Dios a tu favor porque sos de los que suben al monte eterno porque escuchás la palabra y te expones a ella.
Todos fuimos llamados a tener un nivel de intimidad superior con Dios. No seas como el pueblo de Israel que no quiso santificarse y a quienes les llamó más la atención las cosas vanas de este mundo. ¡Subamos a la presencia del Señor!