
SUS OJOS ESTÁN PUESTOS EN TI

Pr. Fabián Ojeda
“Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai”. Génesis 16:1-2
Quiero hablarte acerca del caso de Ismael y de Agar la sierva de Sarai. Ocurre que, Sarai se debibitó en su fe, habían pasado 10 años que ella tenía la promesa de que tendría un hijo, pero pasaron muchos años y ella se cansó de esperar…
Y es que, a veces nos acostumbramos a decir: “Hace 10 años que le sirvo al Señor”, a mí también me pasó, cumplí 10 años de ministerio y entré en “trompo” pensé tirar la toalla con la iglesia, me pasó. Aún no trabajaba de tiempo completo, ni pensé que estaría, tenía luchas internas de cuánto tiempo más le seguiría sirviendo al Señor…
Y uno a veces se pone ese número: “10 años hace que estaba esperando algo y no sale” , “10 años creo que es el tiempo de tomar una decisión”.
Y eso fue también lo que le pasó a Sarai, 10 años estuvo con la promesa de que tendría un hijo, eso no pasaba y dijo: ¡Basta de esperar! Entonces toma la iniciativa y hace algo fuera de la voluntad de Dios.
No te desesperes
Que nuestro desespero no nos quite nunca del norte de seguir haciendo la voluntad de Dios, porque el premia nuestra paciencia. Yo no me imagino que hubiese pasado si Sarai se aguantaba y mantenía firme su fe, el pueblo de Israel está luchando con los isamelitas hasta hoy en día, es un pueblo enemigo.
Entonces vemos que Sarai flaquea en su fe cuando se cumplieron 10 años, y le pide a su esposo Abram que se acueste con su sierva para que puedan tener un hijo. Seguramente Agar era una esclava en Egipto, y cuando ellos fueron sabemos según la palabra que Abram le miente al faraón, le dice que Sarai era su hermana, porque tenía miedo que le maten si sabía que era su esposo. El faraón se enamoró de Sarai, cuando este se entera que es su esposa comienzan a tener enfermedades, él les libera y comienza a darle muchos regalos y esclavos, y seguramente Agar era uno de esos regalos que trajeron.
En la palabra no se menciona, pero creo que Agar simplemente estaba obedeciendo a lo que su señora le estaba obligando a hacer, ella no tenía la culpa, era una sierva y me gusta esa palabra “sierva”, porque creo que la trataban bien, no como una esclava.
Y cuando se embarazó, Agar se sentía privilegiada y le empezó a menospreciar a su señora, empezaron a tener roces entre ellas, y esto ocurre cuando hacemos cosas que están fuera de la voluntad de Dios, empiezan los malos entendidos.
Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo. Génesis 16: 5
Sarai comienza a echarle la culpa a Abram de lo que ella misma fue responsable, y ya en el versículo 6 continúa: Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.
Poniéndonos en el lugar de Agar, ella solo había hecho lo que su señora le pidió y empezó a recibir maltratos. Agar estaba siendo afligida, estaba en el lugar correcto, pero la estaba pasando mal, el pecado estaba causando una mala relación entre ambas.
Y a veces sucede eso, que estamos en el lugar correcto, pero no todo es color de rosa, a veces hay un líder que le ama al Señor, pero que nos trata mal, tal vez estás soportando alguna situación, sentís que ya es difícil de aguantar pero estás en el lugar correcto.
No huyas de las situaciones
Agar huyó de la presencia de Sarai, fue hacia el desierto, tal vez volviendo a Egipto…
Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur. Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. Génesis 16: 7-8
Ella estaba huyendo, y Dios no quiere que huyamos de las situaciones, la encontraron en el desierto, y todos nosotros vamos a pasar por el desierto alguna vez. Pero que ese desierto no sea el camino a Egipto, muy probablemente ella moriría en el camino, pero gloria a Dios que el siempre sale a nuestro encuentro cuando estamos en el desierto.
Cuando huimos de una situación, a veces sabemos de donde estamos saliendo, pero no sabemos hacia dónde ir. Dios quiere llevarnos siempre de gloria en gloria y de victoria en victoria, pero no podemos huir de las situaciones, debemos ser fieles y permanecer en el lugar en donde Dios nos llamó, aunque van a haber momentos difíciles, en los que pareciera que estamos en medio del desierto. No huyas de las situaciones, enfréntalas con la ayuda de Dios.
Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. Génesis 16:9
Quizás hoy estás presente físicamente, pero en tus adentros, en tu corazón estás huyendo, y el Señor te dice: ¡Volvé!
Y no solo es importante volver, sino que volver y estar sujetos a la autoridad que Dios puso en nuestras vidas, porque cuando hacemos esto es cuando se desata la promesa y la bendición de Dios para nuestra vida.
Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael,[a] porque Jehová ha oído tu aflicción.
Génesis 16:10-11
Si Agar hubiera seguido ese camino al desierto y no hubiera hecho caso al Ángel del Señor no hubiera recibido las bendiciones que recibió después.
Cuando estás pasando un momento difícil, el Señor está escuchándote, así como escuchó la aflicción de Agar. Y así como lo hizo con ella enviando a un ángel, hoy él también te dice que vuelvas y ya no huyas.