Blog

En las escrituras, específicamente en Génesis 24, encontramos la historia de una persona que no se menciona mucho en la Biblia, es un capítulo que habla acerca del carácter y corazón de un verdadero siervo, su nombre es Eliezer.

Algunos podrían decir que Dios no nos llama a ser “siervos”, que nos llama a ser “hijos”, pero,  la realidad es que, somos hijos y también siervos. 

Somos hijos de Dios, por nuestra identidad en él, nuestra relación con nuestro padre, porque somos amados por él y comemos de la abundancia que nos da, y somos  siervos,  porque en la palabra siempre leemos la frase “nuestro Señor Jesucristo” y ante esta declaración, podemos sabernos también siervos, y que,  así como Jesús fue un siervo, estando aquí en la tierra, nosotros también somos siervos de amor al Señor.

Te cuento más sobre Eliezer y su relación con el mensaje que quiero dejar en tu corazón… Eliezer era prácticamente un hijo para Abraham, porque como sabemos este no tuvo hijos, hasta recién en su vejez, pero lo tenía a Eliezer, que era su siervo. En la antigüedad cuando un matrimonio no podía tener hijos, se optaba por un siervo, el  que finalmente se convertía en el heredero.

Partiendo de esto último, podemos imaginarnos a Eliezer desde niño, creciendo como siervo de su amo y sabiendo que todo lo de Abraham, que no podía tener hijos,  sería suyo algún día, pero, sin embargo, este no era el corazón de Eliezer, ya que él fue una persona que siempre entendió que  estaba como administrador de las cosas de Abraham, nunca se sintió o se pensó merecedor de ser dueño. Y nosotros tampoco somos dueños de nada aquí, somos mayordomos y administradores de los recursos que Dios nos da. Y cuando una persona está ungida por Dios, se le abren muchas puertas para administrar recursos y bienes, así como José, que era una persona que tenía promesa de Dios, y era alguien a quien se lo ponía en cosas importantes, porque era digno de confianza.

Características de Eliezer como siervo modelo

1. Fiel y digno de confianza: Tenemos que ser personas en quienes se pueda depositar confianza, en quienes se deposite misiones grandes y difíciles.  También ser predecibles, personas que no se dejan llevar por su estado de ánimo, que a veces están dispuestas a  hacer lo que Dios les encomienda y en otras ocasiones no tanto.

Cuando Dios desea usar a alguien siempre va a buscar a personas fieles y de confianza.

Abraham depositó una misión muy importante en las manos de Eliezer, y era la de encontrarle esposa  a su hijo Isaac y eso no se le entrega a cualquiera. (Ver Génesis 24)

2. Obediente: A parte de ser confiables, debemos ser obedientes ante las instrucciones. Eliezer fue obediente ante el mandato de Abraham, juró que lo haría y lo cumplió al pie de la letra.

—Haz un juramento poniendo tu mano debajo de mi muslo. 3 Jura por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no dejarás que mi hijo se case con una de esas mujeres cananeas. 4 En cambio, vuelve a mi tierra natal, donde están mis parientes, y encuentra allí una esposa para mi hijo Isaac. Génesis 24:3-4. 

3. Conocía a Dios: Ante el mandato de su amo Abraham, según la historia vemos que Eliezer oró a Dios.

12 «Oh Señor, Dios de mi amo, Abraham—oró—. Te ruego que hoy me des éxito y muestres amor inagotable a mi amo, Abraham. Génesis 24:12

No podemos servir al Señor en “piloto automático”, y solo recibir órdenes sin conocerle de forma personal, es lo que le pasó a Marta, ella era muy servicial, pero no intimaba con Jesús de la forma en la que María lo hacía. Y Jesús le dijo que eso era importante, y es que,  si servimos sin intimidad al Señor, terminaremos lastimados y heridos.

Eliezer tenía una misión, pero él sabía orar, conocía a Dios,  era inteligente, y una persona que sabía pedirle a Dios para un propósito mayor a sí mismo.

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Santiago 4:33

4. Era amable: Como siervos, debemos aprender a ser amables,  la gente tiene que querer servir a tu lado, porque sos empático, cortés y sabes llegar a la gente. 

Eliezer fue una persona amable durante su misión, con cada persona con la que se topó para llevar a cabo la tarea que le encomendó Abraham, él fue amable con todos.

5. Era un adorador: Eliezer, el siervo modelo fue un verdadero adorador. Y esto lo vemos en el versículo 26

26 El hombre se inclinó hasta el suelo y adoró al Señor. Génesis 24:26.

Debemos ser personas de “lugar íntimo” de “lugar santísimo” porque podemos terminar apagando el fuego de Dios en nuestro corazón. 

Adorar te lleva a ser exitoso, y el viaje de Eliezer fue así, fue rápido en obedecer, accionó, cumplió lo que prometió y Dios le ayudó.

Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará. Juan 12:26